DUCATI SCRAMBLER DESERT SLED

Diversión, diversión, diversión es la promesa de Ducati y con esta Scrambler Desert Sled, han dado en el clavo. Está muy lejos de las motos superdeportivas o de las motos trail de alta tecnología, pero con toda una familia llamada Scrambler, no te lo esperas. El objetivo de estas Scrambler es muy diferente: disfrutar de la moto y conducirla sin necesidad de ser un piloto de primera y sin romper el banco tampoco.

Sin concesiones en cuanto a la estética, llantas de radios de 19″ delante y 17″ detrás, neumáticos mixtos Pirelli Scorpion Rally ST, guardabarros delantero alto, pequeño faro redondo (de LED, por supuesto), manillar con barra de refuerzo, pequeña tapa de motor y, sobre todo, ¡sin carenado innecesario! Sólo placas de aluminio cepillado en los lados del tanque. O te gusta o no te gusta, pero el aspecto es bueno, la moto está bien acabada y creo que se corresponde bastante bien con lo que se espera de una Scrambler. De pie, sobre sus bordes dorados, el Trineo del Desierto invita a la evasión. No podrás cambiar el color a menos que optes por la edición especial Fasthouse.

Minimalismo con el asiento colocado en la carcasa trasera, apenas levantado con costuras rojas y ocultando la luz LED trasera, mientras que delante de ella, se encuentra el salpicadero, concentrado en esta pantalla redonda, desplazada a la derecha. Pequeño a primera vista pero bastante completo de hecho con un manómetro, un cuentavueltas, la marcha engranada, la hora y toda la información necesaria e incluso se puede cambiar la información a través del combo izquierdo. Así puedes evitar los excesos y seguir siendo completo.

Ah, sí, el asiento de 860 mm puede ser delgado, pero necesitarás la talla adecuada para montarlo, señala el concesionario de motos segunda mano Málaga Crestanevada. En realidad no es una preocupación para mí, pero también podría probarlo primero, especialmente porque el Trineo del Desierto pesa 209 kg en funcionamiento, aunque parece muy delgado. Aunque no lo parece, también me sorprendió leer eso en la hoja de especificaciones.

Así que, un rápido giro de la llave, pulsar el estrangulador y el bicilíndrico en L de 803 cc entra en acción con un amistoso bocinazo como los bicilíndricos saben hacerlo. Engrano la primera marcha, aprovechando la palanca de embrague hidráulica y regulable, y nos ponemos en marcha. El sonido de las dos flautas laterales es bastante agradable y se convierte en un gruñido cuando abres el acelerador a fondo sin romperte los oídos (o los de los vecinos).

Este bicilíndrico no se queda atrás en cuanto a tacto, pero también hace que te sientas seguro. Es manejable cuando se conduce tranquilamente, pero también puede ser bastante juguetón cuando se le pide, y el Desert Sled realmente permite ese tipo de locura. Sin ser demasiado agresivo para afectar a la conducción, es sobre todo muy fácil de manejar y con 73 CV a 8250 rpm, su corazón latirá el tuyo. Así que sí, no es un motor muy potente, pero no olvidemos que estamos ante una moto off-road, no ante una moto deportiva de trail o una roadster. Con un par motor de 66,2 Nm disponible a 5.750 rpm, es bastante suave incluso si se conduce como un gemelo. El gemelo es bastante agradable tanto en la ciudad como en las carreteras pequeñas. También puede tomar las carreteras principales, sin preocuparse, pero por supuesto, no es su taza de té.

Y por supuesto, sin protección alguna, es fácil ver que es mejor tomar las carreteras pequeñas y allí, depende de ti, más o menos sabio según tu estado de ánimo. Además, con sólo 13,5 litros en el depósito, no hace falta explicar largo y tendido que los viajes largos, al menos de un tirón, no son su fuerte. El motor engulle con facilidad más de 5 litros por ciento, por lo que la Scrambler no invita a recorrer 400 km sin necesidad de bombear. Una pena, al menos puedes vaciar el depósito mientras te diviertes. El dúo es posible, por supuesto, pero prefiero montarlo solo, a cada uno lo suyo. El asiento tampoco es digno de un GT, lo cual es normal.

Sentado en posición vertical, o incluso de pie, puedes aprovechar el gran manillar y la maniobrabilidad para moverte por la carretera o por el camino. Los neumáticos Pirelli Scorpion Rally ST permiten dejar atrás el asfalto y el chasis no se queda atrás, como suele ocurrir con Ducati.

En el menú de suspensiones, Kayaba ofrece una horquilla invertida de 46 mm totalmente ajustable y un monoamortiguador ajustable en precarga y rebote. Con ellos, la Desert Sled supera los baches en carreteras en mal estado sin tener que preocuparse demasiado por la manejabilidad y, cuando el asfalto lo permite, también permiten que la moto se equilibre bien de una curva a otra. Como se puede ver en el vídeo, la horquilla también tiene la buena idea de no hundirse demasiado en las frenadas a pesar del peso del piloto. Debo admitir que no forcé demasiado el off-road, por un lado, no es mi especialidad aunque no me importaría y por otro lado, probé la moto después de las fuertes lluvias que provocaron muchas inundaciones, tanto que incluso algunos caminos rurales seguían cubiertos de barro y grava. Y no puedo ocultar que la idea de dañar una moto no me hace sonreír necesariamente.

Como hablaba de la frenada, te puede sorprender ver sólo un disco en la parte delantera. Un disco de 330 mm que se sujeta con 4 pistones en una pinza radial tiene la pesada tarea de calmar su ardor, acompañado de uno de 245 mm con un solo pistón. Brembo firma el material y Bosch se encarga del ABS que no sólo es eficaz sino también variable según el ángulo de la moto, no esperábamos tanto en esta moto y no nos quejaremos.